¿Es realmente la fe un factor en el desarrollo de los movimientos sociales?

Fethullah Gülen

Sí, la fe y el empoderamiento derivado de ella forman una parte sustancial de la sociedad civil y la democracia. La fe y su empoderamiento contribuyen significativamente a mantener y desarrollar el voluntariado y el diálogo; ayudan a establecer relaciones con vistas a alcanzar a alcanzar metas comunes; estimulan a la gente a competir por hacer el bien y a prestar servicios desinteresados y no contenciosos. La experiencia religiosa implica significados, valores y experiencias distintas de las contempladas en las teorías de la contestación o la acción política confrontativa. Es necesario reconocer que la verdadera significación social de estos factores afecta a las opiniones, decisiones y acciones de la gente.

La experiencia religiosa o sus influencias están en el corazón de todas las sociedades. La fe es una fuerza motivadora que ayuda a establecer relaciones de confianza o «capital social» en los movimientos pacíficos de la sociedad civil: no produce sólo relaciones conflictivas. La fe no puede ser descartada o analizada en términos de algo distinto a ella. La fe y la autoridad derivada de ella no son una variable dependiente, determinada y estructurada por las condiciones sociales, económicas y políticas; por tanto la experiencia religiosa no puede ser descartada como si se tratara de un sustituto de la acción política directa y combativa o de cualquier otra cosa; no puede ser «explicada» en términos de metas materiales sociales, psicológicas u otras tales como el pacifismo que elude los conflictos, etc.