Conclusión

Mientras escribía este libro, tuve la oportunidad especial de conocer al señor Gülen y compartir con él dos comidas en el lugar de retiro donde vive. Fue muy generoso y pasó con nosotros un tiempo considerable a pesar de estar bastante enfermo. Respondió a algunas de mis preguntas, y aquellos que estaban presentes hablaron sobre los asuntos a tratar ese día con él y, con ilusión, recibieron sus opiniones. Por supuesto, he «vivido» con Gülen de forma textual durante la composición de este libro. Continúo siendo inspirada por sus ideas y, después de haberle conocido, puedo ver por qué ha inspirado a cerca de tres generaciones de turcos, tanto a hombres como a mujeres, a crear un nuevo mundo. Es un hombre de profunda espiritualidad, integridad y compasión, y ello es ampliamente evidente en sus escritos y en su persona.

He asociado las ideas de Gülen a las de Kant, Platón, Confucio, Mill y Sartre porque creo que son válidos contertulios para Gülen y él para ellos. Les considero a todos ellos gente de inmenso conocimiento que se preocuparon por las cuestiones más apremiantes y eternas de la existencia humana y que se acercaron a los difíciles desafíos honestamente con todo su ser y sin cinismo. Son excelentes representantes del mejor tipo de erudición en las ciencias humanas, el tipo de erudición que proporciona un análisis sofisticado para aplicarlo en el mundo y en nuestra vida, a fin de que podamos reconocer en qué consiste una buena vida y lograrla para nosotros mismos y para futuras generaciones. La erudición que carece de esto como su meta final no es una erudición auténtica.

Estoy inspirada por el encuentro de las ideas que he plasmado aquí. No estoy inspirada porque esté totalmente de acuerdo con alguna de las perspectivas presentadas. Más bien, estoy inspirada por la conversación misma y por las oportunidades que dichas conversaciones ofrecen cuando son llevadas a cabo no sólo en las páginas de un libro, sino en la vida real por participantes vivos.

Sé que he extendido los términos, los temas y los pasajes un poco en un intento de establecer una semejanza entre los contertulios. Sé que en muchos casos, dicha semejanza se mantendrá, si lo hace, mientras el hilo de conexión no se corte debido a la delgadez y al peso de la diferencia que estira por ambas partes. Si la conexión es tan suficiente como para resistir por un breve momento, sin embargo, la relación se logra al menos durante aquellos breves momentos. En las páginas de los textos, y con contertulios ya fallecidos, la relación ocurre en el dominio de lo abstracto. Con participantes vivos, aquellos de nosotros que quieran involucrarse, interactuar y que, de hecho, son responsables del mundo, de todo el mundo y de todas las cosas, la relación establecida en dichos momentos no se extendería a lo abstracto, sino que sería real. Tal vez, dicha relación puede evitar que nos condenemos y nos matemos los unos a los otros simbólica y literalmente, antes de que el fino hilo se rompa y volvamos a enfrentarnos por nuestras diferencias radicales.

Desarrollar estrategias y capacidades para una coexistencia pacífica en medio de la diferencia radical y de recursos naturales que se agotan es el desafío principal de nuestra era. Debemos hacer todo lo posible para este desafío, si no todos nuestros logros sucumbirán porque habremos hecho estallar el mundo con nuestro odio y nuestra violencia. ¡Ojala encontremos dentro de nosotros, como seres humanos llamados por el Infinito en todos sus aspectos, el carácter para transcendernos a nosotros mismos y para crear un mundo de tolerancia, respeto y compasión!