La moralidad
La moralidad es un conjunto de nobles principios que se origina en alta espiritualidad y gobierna la conducta humana. Por eso, la gente que descuida su espiritualidad y carece de valores espirituales, no puede mantener conductas de acuerdo con estos principios.
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Preferir los intereses de los demás a los de uno mismo es alta espiritualidad y generosidad. Los que siempre hacen el bien sin esperar ninguna recompensa, un día se inclinarán ante Allah asombrados y llenos de admiración cuando se encuentren con los resultados de su naturaleza comedida y con todo el bien que han hecho.
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Ser culto no implica ser verdaderamente humano. La gente culta se libra de tener que cargar el peso de la información superflua y alcanzan la grandeza a medida que sirven a la humanidad siendo un buen ejemplo para otros, por sus altos valores morales y por sus virtudes. De otro modo, no son más que personas que han malgastado sus vidas. Los que tienen altos valores y virtudes morales, aunque carezcan de erudición y sean impermeables al conocimiento, a veces resultan ser muy útiles y valiosos, e incluso tan bellos como el mejor de los metales preciosos.
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Nunca engañes a nadie, aunque te engañen a ti. La fidelidad y la rectitud son dos de las virtudes más altas. Aún cuando seguir este consejo te causara problemas, siempre sé fiel y recto.
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Hace tiempo la moralidad se consideraba como virtud. Hoy en día, la moralidad se ve como un conjunto de reglas para el comportamiento social. Yo quisiera que la gente se comportara conforme a esas reglas ¡aunque no sean virtuosos!
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En el pasado la gente solía decir "Los principios de la buena conducta no se practican más; sólo los vemos en los libros". Hoy dicen: "Los principios de la buena conducta están pasados de moda; sólo queda de ellos unas cuantas palabras escritas en libros antiguos". Digan lo que digan, esos principios merecen ser sacrificados en lugar de muchas cosas nuevas, aunque la gente trate de presentarlos como anticuados.
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