Si es que Allah sabe todo lo que vamos a hacer ¿por qué nos manda a este mundo?

Sí, Allah sabe cómo nos vamos a comportar pero aún así nos envía a este mundo para examinarnos con los talentos con los que nos ha provisto. No todas las personas tienen las mismas habilidades, sino que más bien son como minerales que esperan ser refinados.

Por ejemplo, los artistas quieren expresar su talento y ser conocidos por su obra de arte. De la misma manera que el arte, el esplendor y la majestuosidad de la creación muestran Sus Nombres y Atributos Sagrados. Para demostrarnos Su arte[1] creó el universo y expuso algunos aspectos de Su tesoro oculto y misterioso en él. Para demostrarnos cómo se ponen de manifiesto Sus Nombres, Atributos y Su Arte Divino creó el universo paso a paso. Nos da muchas oportunidades para que Le conozcamos mejor; Él es el Creador Absoluto que lo hace todo de la nada, y concede tantas bendiciones como Él desea.

La humanidad ha sido situada en la creación para ser purificada y ser así preparada para la felicidad eterna en el Jardín. En un hadiz, el Profeta Muhammad –la Paz sea con él- dice: "Los seres humanos son como los minerales. Quien era bueno en la yahilia -época de ignorancia antes de la llegada del Islam- también lo será en Islam"[2]. Por ejemplo, el califa Omar gozó de la dignidad, la gloria y el honor antes del Islam, y siguió con estos buenos atributos después de hacerse musulmán.[3] Antes de su conversión era un hombre de mucho genio y altanero pero después se convirtió en el hombre más modesto y humilde. Por eso cuando vemos a gente de buenos modales, dinámica, enérgica y espiritual, deseamos que se hagan musulmanes.

El Islam se encarga del mineral más precioso y valioso del mundo que es la humanidad. Los Compañeros del Profeta eran cien por cien puros. Los musulmanes poco a poco empe­zaron a perder la pureza. Y por ende nos enfrentamos con muchos problemas.

Sólo Allah sabe el resultado de este examen. Por eso Él nos pone a prueba con nosotros mismos, para que seamos conscientes de lo que somos en realidad. Esta prueba es un proceso que determina nuestro valor: si somos plata u oro. Un día vamos a llegar a la Presencia de Allah y Le tendremos que dar explicaciones sobre todo lo que hemos hecho: "...Pero sus manos Nos hablarán y sus pies darán testimonio de todo lo que han cometido" (36:65).[4]



[1] Por ejemplo, a través de Sus Atributos de Poder, Conocimiento, Sabiduría, Belleza y Misericordia.
[2] Bujari,Iman, 10, Anbiya'. 8-14; Fada'il al-Sahaba, 168, Manaqib, 25; Ibn Hanbal, Musnad, 3:101.
[3] Omar ibn al Jattab, el segundo califa del estado islámico, era un hombre de posición alta en la sociedad de La Meca antes del Islam. Un oponente encarnizado del Profeta, después de su conversión se hizo uno de los más respetados musulmanes, tanto en su época como a lo largo de la Historia. Él era uno de los más activos jóvenes de la comunidad musulmana.
[4] En el contexto de este versículo, "manos y pies" simbolizan todas las cosas que nos dejan actuar, como nuestro cuerpo, las facultades y las oportunidades. En otros versículos, "ojos, oídos y piel" tienen la misma función.