¿Cómo se puede probar que nuestro sustento está bajo la garantía divina?

En muchos versículos del Corán podemos ver que el sustento de la creación está bajo la grantía divina; por ejemplo, No hay bestia sobre la tierra cuyo sustento no provea Allah (11:6) y Allah es el Proveedor de todo, el Fuerte, el Firme (51:58). En el Corán, hay más versículos que tienen el mismo sentido. Todos demuestran que el sustento de todas las criaturas está bajo la garantía del Señor del universo. Nadie se muere de hambre. Sin embargo, la gente debe saber que las cosas que están fuera de las necesidades no están bajo la garantía divina, sino el sustento que es necesario para su cuerpo. Es decir, si se abusa de algunas cosas, que en realidad no son necesarias, y estas son consideradas como sustento y alguien se muere por la carencia de esas cosas, esto no está bajo garantía alguna y no podemos decir que 'se murió de hambre'.

Ahora veremos algunos ejemplos simples. Si retienes a un opiómano apartado del opio, enloquece. Quizás muera, dependiendo del grado de su adicción. Este hombre se muere porque sigue un procedimiento falso para dejarlo. Del mismo modo, si un nicótico deja de fumar de modo poco sistemático, padecerá algunas enfermedades. A veces, tiene edemas en la mano, en la cara y los pies y los médicos le dicen: "Tú no puedes dejarlo así. Al dejarlo sin método, pueden surgir complicaciones." Puede ocurrir con otros hábitos también. Aunque la necesidad diaria de un hombre es de 50 gramos de proteínas, si éste suele comer uno o dos kilos; además, el mismo hombre está acostumbrado a comer un kilo de fruta, un kilo de pastel de nueces de postre y un kilo de carne, al dejar estas costumbres, se altera y enferma de modo tan grave que no se repone. Sin embargo, cuando un hombre come 50 ó 100 gramos de fruta y toma proteínas así, es suficiente para la necesidad diaria. Quizás, es suficiente, depende de su costumbre, por unos días. Las células hacen acopio según sus necesidades y luego, si el cuerpo no toma bastante alimento, usan poco a poco del acopio realizado.

De forma parecida, algunos se mueren a nuestro alrededor. Por ejemplo, un hombre tiene un saco de trigo. El hombre lo consume en dos meses y se queda diez meses sin trigo, o sea sin comida y pocos días después se muere de hambre. Si este hombre consumiera la provisión dada por Allah con orden, el trigo sería suficiente durante todo el año y no se moriría.

Por consiguiente, no se mueren personas de hambre ni de la carencia de la provisión sino porque consumen los beneficios dados por Allah sin método, así se crea un hábito en sus cuerpos fuera de las reglas de la creación, y cuando dejan sus hábitos se mueren.