¿Cómo supera el Movimiento el riesgo de los conflictos internos y del surgimiento de facciones?
Hizmet no es un movimiento u organización exclusivista e ideológica. No se apoya en incentivos simbólicos tales como una causa sagrada, la hermandad revolucionaria, o el martirio. Esa clase de apoyo aumenta el riesgo de los conflictos internos y del surgimiento de facciones.
Hizmet carece de ortodoxia doctrinal, no es una organización exclusivista, y no ha sufrido ningún desacuerdo interno sobre tácticas, objetivos o personalidades. Asimismo, dado que las distintas redes tienen tareas e intereses específicos y responden de forma distinta a las necesidades urgentes del entorno, no compiten por el poder. Además, como la solidaridad no es un objetivo ni es generada artificialmente, no puede ser explotada para formar facciones.
En las redes de servicios la diferenciación de las funciones jerárquicas es poco significativa, y los parámetros de los proyectos y sus recompensas no difieren mucho. Además, las tareas que requieren de una especialización funcional son realizadas por profesionales o redes para las OMSs. La gente del Movimiento coopera en proyectos razonables, viables y prometedores que son elegidos tras amplias consultas. Por ello los participantes no se autoengañan con proyectos inviables o caprichos pasajeros. Los participantes en el Movimiento se han puesto a prueba durante años y han aprendido de sus proyectos, entre los que se cuentan toda clase de empresas e instituciones educativas. En el contexto del Movimiento, por lo tanto, es imposible y de hecho no ocurre que un grupo de participantes de repente se aparte por su cuenta y se adentre en terrenos desconocidos.
En resumen, los procesos de consulta, interrelación y profesionalización impiden la aparición de tensiones y facciones.
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