La Conciencia de la Responsabilidad

Fethullah Gülen: La Conciencia de la Responsabilidad

El aspecto más profundamente significativo de la existencia es la acción y el esfuerzo. La inercia es disolución, descomposición y una forma de invocar a la muerte. Conectar o relacionar la acción con la responsabilidad otorga a la acción su principal dimensión humana. Una acción o un esfuerzo que no esté imbuido de responsabilidad no puede considerarse completo.

La mayoría de los seres humanos persiguen metas y objetivos diversos. Sin embargo, a menos que esta búsqueda obtenga profundidad a través de la responsabilidad, será inútil esperar nada de valor como consecuencia de ello. No obstante, los ambiciosos, los que se mueven por avaricia, interés y beneficio personal, trabajan sin cesar. Los políticos visitan todos los lugares y pronuncian apasionados discursos. Los medios de comunicación ofrecen una gran variedad de espectáculos en nombre de la información pública. Algunos círculos de la sociedad se vuelven hacia constantemente hacia el lujo durante todo el año. Algunos supuestos religiosos se mueven por deseo de lucro, y los índices de la bolsa caen y ascienden día y noche en base a especulaciones. Algunos departamentos estatales sólo reparten favores sobre determinadas ideologías y sobre sus seguidores. Algunos hombres sabios ven estos hechos frecuentes con la mayor indiferencia. Es decir, mientras los poderosos y los opresores opriman y los oprimidos y aplastados acepten todo esto como «normal», como «selección natural», como «supervivencia del más apto», muchas de las cosas que quedan por hacer se harán más difíciles.

«Es erróneo decir que una sociedad puede vivir con tal insensibilidad.
Mostradme una nación que haya sobrevivido con una espiritualidad muerta.»
Mehmet Akif Ersoy

Y, cuando se pregunta a esta gente «¿a dónde vais?», te ignoran o te insultan, mientras continúan en su camino. Si no te dan una bofetada o te escupen en la cara, probablemente te responderán ignorando o burlándose de la conciencia de la responsabilidad, diciendo cosas como que «cada oveja es colgada por su pata»[1] o «El que salva el buque es el capitán»[2]. Incluso haciendo alarde de un comportamiento insolente, frívolo, causando palpitaciones en nuestra conciencia despierta, responden sin sentido, «larga vida a aquella serpiente que no me muerda ». Desafortunadamente, encontraréis muchas respuestas como estas que chocarán con vuestros pensamientos más puros y con vuestros sentimientos más inocentes.

Sin embargo, a pesar de que estos no son los pensamientos de un corazón con fe y sensibilidad, no es acorde con nuestra conciencia de responsabilidad decir «cosas sin sentido» y pasar de largo. Nosotros, como nación íntegra, estamos rodeados de enemigos y de animadversión. Mientras estemos sitiados, no podremos pretender ser nosotros mismos con respecto a nuestros sentimientos, pensamientos, fe, arte y libre iniciativa. No podemos, por consiguiente, mantener o proteger nuestra dignidad islámica, nuestra honestidad nacional, salvar nuestro barco y llegar a la orilla sanos y salvos, ni establecer nuestro propio mundo, ni vivir como queremos vivir, ni convertirnos en los herederos de la Tierra y alcanzar a Dios. Es hora ya de que abramos los ojos y veamos la realidad, de que usemos nuestra visión y nos erijamos en protectores y mecenas de nuestros logros y de que nos purguemos a nosotros mismos de aquello que nos carcome en nuestro ser y en nuestra personalidad, desde las entrañas. De lo contrario, llegará un día en que será imposible retener incluso aquello que ahora aún tenemos.

Antaño, nuestros enemigos solían ser la ignorancia, el analfabetismo, la pobreza, la desunión y la intolerancia. A esto se han añadido el engaño, la intimidación, la coacción, la extravagancia, la decadencia, la obscenidad, la insensibilidad, la indiferencia y la contaminación intelectual. Que quienes preservan la pureza de su religión, la claridad de su pensamiento y su sentimiento patriótico, y los que comparten preocupaciones similares a las mencionadas anteriormente, me excusen cuando digo que, durante largo tiempo, nuestras generaciones más jóvenes y alguna gente sencilla de entre los más mayores, han sido desviadas debido a su ingenuidad. Han sido engañados por corruptas ideologías, cuyo único mérito radica en su elaborada presentación. Incluso si esto es cierto sólo en algunos círculos, el sufrir dicha desviación de pensamiento y personalidad como nación constituye una verdadera invasión de este bendito país. De hecho, sólo entonces el Sultán Mehmed el Conquistador fue envenenado, el Sultán Murad I fue apuñalado, el Sultán Yıldırım Bayazıd murió de pena y el Sultán Yavuz Selim fue afectado por un tumor. Esto no es sino la masacre del espíritu de la nación que surgió victoriosa de la Guerra de Independencia. Una masacre auspiciada por el mal de los tiempos, por la negligencia de la intelectualidad y por la indiferencia de las masas.

Se nos ha encomendado la responsabilidad de dar a nuestro mundo un espíritu fresco, nuevo, tejido a partir del amor a la fe, del amor a nuestro prójimo y del amor a la libertad. Además, se nos ha encomendado la responsabilidad de ser nosotros mismos, en relación con el principio de estos tres amores, y la tarea de preparar el terreno de los brotes, de las puras raíces del árbol bendito del Paraíso, de modo que se nutra y crezca en el fértil suelo de estos amores. Esto, por supuesto, depende de la existencia de héroes que asuman la responsabilidad de proteger el destino del país y la historia, la religión, las tradiciones, la cultura y todas las cosas sagradas que pertenecen al pueblo. Dependerá de héroes absolutamente llenos de amor por la ciencia y el conocimiento, henchidos con la idea de mejora y construcción, desmedidamente sinceros y devotos, patrióticos y responsables, y, por lo tanto, trabajando siempre concienzudamente, preocupándose de estar al servicio de todo. Gracias a estos héroes y a sus sinceros esfuerzos, nuestro sistema de pensamiento y conciencia, y sus frutos, prevalecerán entre nuestra gente. El significado de dedicarse a los demás y a la comunidad adquirirá una mayor importancia; la comprensión de la división del trabajo, la gestión del tiempo, la asistencia y el servicio mutuo serán restablecidos; todas las relaciones de autoridad-subalterno, empleador-empleado, propietario-inquilino, terrateniente-campesino, admirador-artistas, abogado-cliente, profesor- estudiante se convertirán en diferentes aspectos de la unidad global. Todo esto ocurrirá nuevamente y así todas nuestras expectativas de los últimos años se harán realidad, una a una. Vivimos ahora en una era en la que nuestros sueños se están cumpliendo y creemos que, oportunamente, cada una de las responsabilidades de la época se llevará a cabo cuando llegue su momento.

Esa es la base de nuestros sueños y visiones. La forma primera y principal de hacerlos realidad es a través de la conciencia y de la ética de la responsabilidad. Como la inercia dominante es hacia la muerte y la desintegración, y hacia la irresponsabilidad en la acción, hay desorden y caos, y por eso no nos queda otra alternativa que disciplinar nuestras acciones con responsabilidad. De hecho, todos nuestros intentos deben de ser contrastados con la responsabilidad. Nuestro camino es el camino de la verdad, nuestra causa es mantener y elevar la verdad y nuestro objetivo es buscar el placer de Dios cada vez que parpadeamos. De hecho, hacerlo es el tributo que pagamos por ser humanos y la razón y la justificación de nuestra fuerza de voluntad. Estamos obligados a buscar el sentido de nuestras vidas, a despertar el amor en nuestras almas, a comprender conciénciale sentido de la responsabilidad en nuestra conciencia, a mostrar el camino de la ciencia, el conocimiento, el arte, la moral y la sabiduría a aquellos que están preparados para recibir el nacimiento de un sistema cuyos principios, fundamentos, luz y fuerza motriz, son la fe y el amor. Nos consideramos siervos que no aceptarán ser relevados de esta misión. Nuestros esfuerzos, que esperamos llevar a buen término en la vía espiritual de todos los amigos de Dios —los santos (awliya), los sinceros (asfiya), los buenos (abrar) y los cercanos (muqarrabin)— serán el comienzo de un segundo Renacimiento.

Toda época ha tenido sus maravillas: el renacer de la humanidad en el siglo VI, el resurgimiento de las tribus y naciones turcas a través del Islam en el siglo X y la metamorfosis de una pequeña crisálida, en la provincia de Söğüt, que se convirtió en la esplendorosa mariposa otomana. Imagino que la maravilla del siglo XXI consistirá en que nuestro pueblo y los pueblos relacionados con nosotros, alcanzarán el lugar que les corresponde en el equilibrio del poder global. Este tipo de emergencia, que cambiará el flujo y la dirección de la historia del mundo, girará alrededor el eje del alma, la moral, el amor y la virtud. Creemos que, a través de la lucha espiritual (yihad), que también podemos denominar «lucha en pos del conocimiento, la moral, la verdad y la justicia», las generaciones que hasta ahora habían quedado sin protección e ideales experimentarán una resurrección semejante al regocijo de alcanzar la bandera del Profeta en el ámbito de la resurrección, la bandera bajo la que todos los musulmanes se reunirán.

[1] Proverbio turco, todos y cada uno somos responsables de nosotros mismos y de lo que hayamos hecho. Lo que haga yo no es asunto tuyo, no serás cuestionado ni rendirás cuentas por lo que hago, así que métete en tus asuntos.
[2] Es decir; «Primero son mis dientes que mis parientes». (Proverbio castellano)

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