¿Exactamente qué tipo de grupo o grupos se oponen al Movimiento?
La elite política proteccionista en el seno de la clase dirigente turca colabora con grupos de interés formados en su mayoría a partir de la generación del 68 (como se la conoce en Turquía). Las experiencias de esa generación dieron lugar a lecturas ideológicas de la realidad — dogmatismo, separatismo, sectarismo, choques violentos y conflicto armado— que siguen obsesionando al pensamiento de la elite e impiden que esta se ponga al día sobre las cambiantes realidades sociales, económicas y políticas de Turquía.
Los estatistas, elitistas, izquierdistas, laicistas militantes y ultra- y neo-nacionalistas en Turquía fueron incapaces de generar tanto las ideas políticas como las herramientas con las que poner en práctica dichas ideas. En otras palabras, han sido incapaces no sólo de ofrecer un punto de vista alternativo sino también los medios que podrían hacerlo viable. No han podido presentar un diseño político que incluya instrumentos y modelos de transformación que sean compatibles con el contexto histórico, económico y social. Asimismo, los efectos de sus acciones a nivel sistémico no han permitido la innovación cultural ni la modernización institucional. Esa incapacidad los ha reducido a ser una «oposición» inútil en el Parlamento Turco y una voz minoritaria en la sociedad en general; su posición y sus programas en Turquía son mayoritariamente articulados y proyectados desde el Partido Republicano Popular, o simplemente desde «la izquierda». Estos grupos han contribuido muy poco al desarrollo de la reflexión en un contexto social amplio o a la cohesión social. Sus ideologías y su acción se han convertido en un medio y en una fuente de polarización, segmentación y tensión en Turquía.
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