¿Es el Movimiento una tariqa sufi?
Una tariqa es una orden sufi. Una tariqa tiene un sheij, murshid o «guía», que hace de jefe o director espiritual de la organización. Una tariqa está formada por un grupo de murids, —murid significa en árabe «deseoso de conocer a Dios y amar a Dios»—. En la mayoría de los casos, el sheij nombra en vida al sucesor que le sustituirá al frente de la orden. Cada tariqa tiene una cadena o linaje de sheijs. A cada murid se le asignan, al entrar en la tariqa, unas recitaciones diarias autorizadas por su murshid —que por lo general deben ser recitadas antes o después de la oración del alba, después de la oración de media tarde y después de la oración de la puesta de sol—. Normalmente, estas recitaciones son largas y consisten en repetir determinadas fórmulas un cierto número de veces. Las recitaciones cambian a medida que el alumno (murid) pasa de ser un mero iniciado a niveles más elevados que suelen requerir nuevas iniciaciones.
Las tariqas, que se integran en la tradición espiritual del Islam conocida habitualmente como sufismo, ofrecen vías aceptadas para la expresión de la fe. Las tariqas se han extendido a todos los rincones del mundo islámico. Es importante observar que la afiliación a una orden sufi nunca ha sido exclusiva y no puede ser comparada al compromiso ideológico con un partido político. A diferencia de las órdenes monásticas cristianas que están limitadas por líneas estrictas de autoridad y sacralización, los sufíes a menudo son miembros de más de una orden. Esta ausencia de exclusividad de las órdenes sufíes tiene importantes consecuencias para la extensión social del sufismo. Las tariqas, más que experiencias individuales y aisladas, son un cuerpo acumulativo de tradición, y por lo general se abstienen de participar directamente en política. Son vistas como un intento de evitar que el Islam se convierta en una doctrina fría y formalista, infundiendo en él de manera constante un aporte local y emocionalmente popular, que incluye historias instructivas, fábulas y rituales, y que los literalistas consideran ajeno al Islam propiamente dicho.
Hizmet, por otro lado, no es una tariqa sufí. Gülen no actúa como un sheij (maestro sufí). A diferencia de las tariqas clásicas, no hay iniciación, ni prácticas religiosas restringidas o esotéricas, procedimientos, ceremonias ni terminología mística y arcana que marquen la afiliación al Movimiento. El Movimiento no se ajusta al modelo tradicional de tariqa en ningún sentido, ni en lo social ni en la organización.
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