¿Tiene el Movimiento textos sagrados privados y exclusivos, rituales y funciones sacerdotales, o vestimentas especiales?
El Movimiento no tiene ni aspira a tener textos sagrados privados o exclusivos; no tiene ni aspira a desarrollar rituales especiales ni funciones sacerdotales, ni tampoco vestimenta, gestos o símbolos especiales, o cualesquiera otros elementos que ayuden a conformar una identidad cerrada en un grupo. No ofrece resultados o recompensas que sean inalcanzables por métodos ordinarios de esfuerzo humano en el mundo real. No pretende una celebración sacra del ser en un paradigma abstracto y anacrónico. La acción del Movimiento no va dirigida contra nadie, ya sea real o mítico: no tiene un «adversario» imaginario a quien culpar si los resultados no son los esperados, sino que cualquier fracaso debe ser asumido socialmente dentro del marco de referencia y responsabilidad del actor.
En vez de culpar a otra gente u a otros grupos de los problemas sociales o los fracasos individuales, Fethullah Gülen identifica los fenómenos y las cualidades personales que deben ser combatidos. Atribuye todos los males de la Turquía moderna a tres cosas: ignorancia, pobreza y divisiones internas (desunión social); y comenta: «A estas se han añadido ahora el engaño, la intimidación y la coacción, extravagancia, decadencia, obscenidad, insensibilidad, indiferencia y contaminación intelectual… Ausencia de interés por la dinámica religiosa e histórica, falta de preparación, de conocimiento y pensamiento sistemático, ignorancia…, destacan como las principales razones de por qué hoy Turquía y la región se ven tan afligidas por la indigencia y la pobreza».
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