¿Por qué no podemos ver a Allah?

Allah es absolutamente diferente de Su creación ya que no es posible que el Creador sea uno de los seres de Su creación. Aunque esta realidad es muy evidente, algunas personas todavía preguntan por qué no pueden ver directamente a Allah.

Nuestra visión directa es muy limitada. Por ejemplo; una muela contiene millones de bacterias. Ninguna bacteria sabe dónde vive, porque esto significaría que se habría alejado del diente habiendo usado algunos medios artificiales -p.ej. telescopios o miscroscopios- para obtener una idea aproximada sobre los alrededores del diente y su relación con el cuerpo humano. Aun si eso fuese posible, tal conciencia no significaría un mayor conocimiento.

En cuanto a nuestros sentidos... es una situación parecida. Sabemos mucho sobre nuestro ambiente, pero todo el conocimiento que tenemos es solamente un trocito del todo. Sin embargo, nuestro conocimiento está condicionado por el entendimiento. Necesitamos tener una idea general sobre lo que vemos para entenderlo. Por ejemplo, ¿cómo podemos entender qué es un árbol sin tener una idea previa sobre ello? Teniendo algunas limitaciones así, ¿cómo podemos conocer o ver al Creador de todo?

Como seres creados y finitos, nuestro potencial y capacidad son limitadas. Por otro lado, nuestro Creador es Infinito. Nosotros vivimos y morimos en Su creación, luchamos por el entendimiento y la virtud, y nos refugiamos en Su Misericordia para nuestra salvación. El Profeta Muhammad -la Paz sea con él-[1] dijo: "En comparación con el Trono de Allah que es un estrato del cielo, todo el universo es tan pequeño como un anillo tirado en el desierto. Del mismo modo, en comparación con la Residencia Divina, el Asiento de Honor es tan pequeño como un anillo tirado en el desierto".[2] Como seres humanos somos unas criaturas microscópicas ante la grandeza de todo el universo y ni siquiera somos capaces de ver ni entender todo lo creado por Allah. De manera que si no podemos entender ni ver lo que Allah creó, ¿no sería absurdo esperar poder ver a Allah?

En el Corán se dice: "La vista no Le alcanza pero Él abarca toda visión..." (6:103). Después de la ascensión del Profeta –la Paz sea con él- a los cielos sus Compañeros le preguntaron si había visto a Allah.[3] Abu Dharr contó que una vez él les contestó: "Lo que yo ví era la Luz. ¿Cómo podría verle"[4]. Y en otra ocasión dijo: "Ví una Luz"[5]. Estas palabras del Profeta –la Paz sea con él- confirman el siguiente dicho muy conocido: "La luz es el límite o el velo de Allah"[6]. Esa luz creada por Allah está entre nosotros y Él.

Consideremos este asunto desde otra perspectiva. Ibrahim Haqqi dice: "En toda la creación no hay nada parecido, igual o contrario a Allah. Allah está por encima de todas las formas. De hecho, Él está libre de las formas". Podemos distinguir las diferentes cosas porque hay una cosa parecida, igual o contraria a ellas. Por ejemplo, distinguimos la "oscuridad" por­que conocemos la "luz". En ausencia de tales compara­ciones no hay manera de distinguir a Allah. Este es el significado de "Allah está por encima de todas las formas".

Los que quieren ver a Allah directamente buscan la forma de conocer el concepto de Allah con exactitud. Como no lo podemos ver, no podemos tener una idea exacta de a lo que Él se parece porque Él está más allá de todas formas, cualidades, cantidades y de la concepción o lógica humanas. Los teólogos musulmanes dicen: "Sea cual sea el concepto de Allah que tengamos en nuestra mente, Él es diferente a eso." Y los sufíes dicen: "Allah está más allá de nuestros conceptos y nosotros estamos rodeados por miles de velos".

Personas de sabiduría han declarado que Allah existe pero su existencia no se puede comprender por medio de la lógica humana o percibir por los sentidos humanos. La única manera de conocerlo es a través de los Profetas que Él designó como portadores de Su Revelación. Así que si queremos conocer a nuestro Creador tenemos que aceptar la orientación de la Revelación. Consideremos la analogía siguiente: Imaginemos que estamos en una habitación cerrada. Cuando alguien llama a la puerta empezamos a hacer suposiciones sobre la persona, pero solamente podemos hacer conjeturas sobre sus atributos. Todo lo que sabemos con certeza es que alguien está llamando a la puerta. Podemos abrirla y pedir a esa persona que se presente y de ese modo, podemos obtener más información sobre sus atributos verdaderos.

Esta analogía nos ayuda a responder la pregunta de cómo buscar a Allah. Mirad la creación. Su pura inmensidad, su belleza, su armonía y su utilidad nos demuestran la existencia de Allah. Cuando vemos distintos tipos de tela producida de una sola materia, sabemos que alguien la ha producido, ya que la tela no se puede producir a sí misma. Igualmente, podemos deducir de todo lo que vemos en la creación que alguien –el Creador– lo ha creado.

Pero aquí acaba la similitud. Sí podemos encontrar a los que producen la tela y convencerles de que se presenten a sí mismos, pero eso no está en nuestras manos hacerlo con el Creador porque sería como si los trocitos de tela exigieran a sus pro­duc­tores que se desvelaran. Es obvio que tal cosa es imposible. Sin la ayuda del Creador, todo lo que hagamos serán conjeturas sobre la persona que llama a la puerta.

Sin embargo, la Revelación nos abre esa puerta. La Reve­la­ción de Allah y la enseñanza de los Profetas nos hacen en­tender los signos que la creación nos muestra sobre la existencia y los atributos del Creador.

A través de los Profetas aprendemos a contemplar Sus Atributos. Comprenderlos de la mejor manera requiere seguir el camino de los Profetas: la experiencia interna y la contem­pla­ción que sólo se pueden conseguir con nuestra práctica sincera de los decretos Divinos, estudios objetivos y meditación pro­funda. Si nuestras facultades internas no están perfec­cionadas, no podemos aprovecharnos del sentido de la creación y por consiguiente no podremos contemplar los Atributos Divinos evidenciados en la misma creación.

Aún así, no todos pueden llegar a comprender la Esencia Divina. Por eso se dice: "Sus Nombres se conocen, Sus Atri­bu­tos son comprendidos y Su Esencia existe". En las palab­ras de Abu Bakr: "Comprender Su Esencia significa confesar que Su Esencia no se puede comprender".

Nuestro deber es estar comprometidos en nuestro pacto con Allah, y alabarlo como se describe a continuación:

Oh,Tú eres el Único que es adorado. Nosotros no podemos alcanzar el verdadero conoci­mien­to de Ti, pero creemos que Tú estás más cerca de nosotros que nuestras venas yugulares. Sen­timos Tu existencia y proximidad en las profun­didades de nuestros corazones por el universo que Tú creaste y nos abriste como un libro y a través de una armonía magnífica de la forma entre todas las partes de Tu creación. Llega­mos a percibir que estamos integrados en todo el reino de Tu creación, y así nuestras almas descansan y son consoladas, y nuestros corazones encuentran la serenidad.



[1] En la tradicional literatura islamica, después de cada mención al Profeta se usa una frase de bendición: "la Paz sea con él.". Esto es una obligación religiosa.
[2] Tabari, Tafsir, 3:77.
[3] Los Compañeros del Profeta son los que se juntaron a su alrededor para recibir instrucciones y seguir su ejemplo lo más cerca posible. Ellos son considerados como las élites y vanguaridas de la nación musulmana, y siempre les recuerda con mayor respeto y admiración.
[4] Muslim,Iman, 291; Ibn Hanbal, Musnad,5:147.
[5] Muslim, Iman, 292.
[6] Muslim, Iman, 293; Ibn Maja, Muqaddima, 13; Ibn Hanbal, Musnad, 4:13.
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