El Califa Omar, Said Nursi y la Posición de Turquía en el Mundo
¿A qué etapa de la «historia» se considera usted mismo más ligado?
Yo siempre he sentido un vehemente deseo por la época dorada/Edad de Oro (la época del Profeta Muhammad y el siglo siguiente), pero no puedo destacar ningún período en especial de la historia en el cual pueda situarme. En cuanto a la historia respecta, mi corazón discurrió a lo largo de la Edad de la Felicidad (la época del Profeta Muhammad) tal y como es citado por Akif, «Si hubiera visto la Edad de La Rosa, yo habría sido su ruiseñor; ¡Oh Señor, qué habría pasado si me hubieras enviado en aquel entonces!» Personalmente creo que aquellos años serán vividos de nuevo una vez más, y le estoy muy agradecido a Dios Que nos ha traído en la víspera de ese tiempo que se aproxima. En mi percepción de la historia, somos los vástagos de nuestras raíces arraigadas en los hermosos períodos de nuestra nación. Y la sociedad está a salvo de una pérdida de identidad gracias a la unión del espíritu y el significado de las raíces.
¿En la historia, quién ha sido la persona que le ha influido en mayor grado?
Cada uno de los cuatro Califas es extraordinario para mí, con diversos aspectos peculiares inherentes a cada uno. Por ejemplo, Abu Bakr llevó a cabo tanto en sus dos años de servicio (como Califa) que mi vista no podría abarcar la distancia que él alcanzó en sus logros; a fin de entenderlo por completo creo el período que en el que él sirvió debe ser radiografiado, en el verdadero sentido de la palabra. Tengo incluso más palabras de admiración para Omar quién de manera notable consiguió nivelar su yo carnal, a pesar de sus expansiones territoriales de gran alcance durante un período más amplio—que el de Abu Bakr—. Hay un profundo sentido tras las palabras que dijo sobre su lecho de muerte «me consideraré feliz si puedo dejar este mundo en el mismo estado con el que entré», él demostró un nivel superior de justicia y no confió en nadie más que Dios. Se dice que Marx admiró a Omar también.
Se me saltan las lágrimas siempre que recuerdo a Omar ibn Abd Al-Aziz. Le tengo mucho cariño a Fatih (Mehmet II, el Conquistador) y a Osman Ghazi (el fundador de de los Otomanos). Lo que Osman hizo puede parecer pequeño comparación con la conquista de Constantinopla ( actual Estambul) por parte de Fatih, pero Osman fue el arquitecto de toda una nación. Gracias a su genio militar y político, él logró llevar a cabo cada aspecto de una magnífica formación... lógica, racional, emocional, espiritual...
¿Qué influencia ha tenido Said Nursi en usted?
Han habido numerosos personajes grandiosos a los que he admirado en toda mi vida: Imán Rabbani, Mawlana Halid, Gazzali, Aktab-i Erbaa, Abd Al-Qadir Jilani, y sobre todo Shayk Al--Harrani, Hasan Al-Harakani, Akil Manji, y Muhammad Bahauddin... Yo siempre tenía en elevada estima a estos maestros del Sufismo y estudié sus escritos y su saber.
Seguir sus pasos ha sido como caminar tras los pasos del Mensajero de Dios. La diferencia que existe entre Bediuzzaman y mi perspectiva es que él pertenece a la época presente, a la cual ha ofrecido perfectas interpretaciones.
¿De que manera le ha influido a usted su ser contemporáneo y el modo que él interpretó la época?
Sus trabajos son una fórmula que contiene las verdades de la creencia, para todos aquellos que las buscan. Sus correspondencias con sus estudiantes fueron compiladas como Las Cartas o Lahikalar (apéndices), en los cuales él especificó reglas para afrontar nuestras obligaciones sin enfrentamientos, caos, radicalismo, terror o la violación de paz y seguridad.
Aunque no sea tan sólo a los nombres que acabo de mencionar, estoy agradecido a cada uno de ellos por haberme favorecido de esta manera. Rezo por todos ellos.
Hasta rezo por Necip Fazil, Nurettin Topcu, Sezai Karakoc... quiénes eran cada uno una fuente de beneficios para la gente de hoy en día, citando sus nombres mientras camino sobre la cinta de andar o en mi cuarto.
¿En qué grado piensa usted que Turquía pertenece al mundo Islámico, al mundo Turco y a Europa, respectivamente, especialmente cuando estamos inmersos en el actual proceso —de la candidatura a la Unión Europea—? Dentro del marco de una búsqueda para «Una Nación en el Equilibrio Mundial», el cuál es el título de uno de sus artículos, ¿En que lugar ubicaría usted a Turquía?
Ligada a sus valores históricos, nacionales y religiosos, Turquía es un país donde sus propias interpretaciones concernientes a la vida religiosa se encuentran en un lugar más destacado. Turquía posee características interpretaciones con respecto a los principios Islámicos, basadas en recursos esenciales. Un sentimiento de pertenencia está relacionado con la proximidad en términos de emociones, pensamientos, lógica, filosofía e interpretación de la vida mientras que ciertos asuntos principales serán emprendidos juntos con aquellos que comparten los mismos valores e intereses. Este es una realidad muy significativa en las relaciones entre países, pero esto no impide a Turquía entrar en la Unión Europea y realizar ciertos proyectos junto a los europeos.
El actual proceso con la Unión Europea es solamente un comienzo y una etapa de negociaciones y acuerdos. Tenemos que mirar al horizonte con cuidado. De la misma manera que apreciamos lo que ellos han originado en ciencia, arte y en el desarrollo de la civilización, tenemos que darnos cuenta a la vez que Europa, y hasta cierto punto América, envejece. Aunque ellos brillen como el Sol en el cielo hoy, este Sol se acerca al anochecer. Turquía, por otra parte, experimenta las primeras luces del alba, es un joven país dinámico en proceso de una recuperación. Más bien que el presente que ciega la luz tenue de otros, tenemos que echar nuestras miradas a los destellos solamente nacidos o anticipados.
Turquía es un país prometedor en el futuro. No hablo con el corazón. Turquía es una realidad y ningún otro país será capaz de competir con nosotros en el futuro. Nos hemos tropezado y caído tantas veces por varios motivos, pero logramos inventar nuevos sistemas para reincorporarnos cada vez. Hoy en día hay un flujo creativo de nuevas ideas en nuestro país y la diligencia en la investigación se ha reavivado. Nuestra situación presente no nos conduce a un callejón sin salida, esto indica un esfuerzo para una exploración adicional. Turquía alcanzará su legítimo lugar en el equilibrio mundial, a condición de que pueda hacer un buen uso de su dinámica. No deberíamos hacer caso omiso del hecho que señala que los movimientos sociales ocurren a lo largo de un espacio de tiempo. No suceden al instante. Esta nación demostrará su carácter tarde o temprano. «Mis ojos entreabiertos, echo una ojeada a una Turquía tal…», como el dijo poeta.
¿Puede el actual gabinete de estado de Turquía lograr algún día que una Turquía así exista? Un sistema presidencial está siendo discutido también.
Pienso que el sistema presidencial favorece más a Turquía, así lo he recomendado antes. Cuando Suleyman Demirel se convirtió en Presidente, propuso el sistema presidencial; entonces estuve preocupado porque esta oferta sería en vano ya que la gente puede pensar que Demirel proponía este sistema para si mismo. Entonces, algunos dijeron, «Demirel quiere ser un dictador», lo que motivó que otros tomaran medidas en su contra. No se pregunto entonces incluso si este sistema encontraría nuestras necesidades. Una propuesta introducida de un modo más suave por la cual la opinión pública hubiera aceptado el sistema presidencial, ya sea el modelo francés o el americano, ambos serían en beneficio de Turquía.
Si este sistema presidencial está en el orden del día otra vez, entonces los modelos presentes deben ser desarrollados según las condiciones de Turquía, sus defectos deben ser analizados y las ventajas del sistema parlamentario deben ser conservadas. Para una Turquía aún más grande se requiere este sistema y debería haber sido realizado mucho antes. Nuestra experiencia de gobierno de estado es más que suficiente para llevarlo a cabo. Aquellos que están contra el sistema presidencial se oponen a ello no porque ellos piensen que sea irracional, sino debido al acercamiento oposicionista.
¿Unos pueden pensar que «Gülen apoya el sistema presidencial para facilitar la transición a la dictadura teocrática qué él pretende establecer»?
¡Cómo puede una persona cuyo pie está ya en la tumba llevar a cabo esto aun en el caso de que él tuviera tales aspiraciones! Él no tiene preparación alguna para ello, ni siquiera para el gobierno de un pueblo. Tales reclamaciones harían reír a cualquiera.
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