La conciencia
La conciencia, que tiene un lugar de honor en el ser interno y los sentimientos de una persona y en sentirse un ser humano, es un mecanismo espiritual que ejerce voluntad, siente, percibe y siempre se abre a la eternidad.
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La voluntad, el sentimiento, la mente y el corazón, que son los "sentidos" o facultades de la percepción del espíritu, son también la dinámica más importante de la conciencia, por medio de la cual una persona puede lograr la perfección humana en este mundo y la felicidad eterna y puede llegar a ver al Todopoderoso en el próximo.
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La conciencia es un puro y brillante espejo de la existencia de Allah y no tiene igual a la hora de reconocerle así como de dar a conocer al Todopoderoso a los demás, siempre que se tengan ojos para mirar con perspicacia y entendimiento.
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Puesto que la conciencia colectiva sirve como juez infalible y sin posibilidad de engañarla, todos nos debemos resignar a sus veredictos y afirmarla como árbitro en nuestras disputas.
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El deber es lo que manda Allah y lo que los Profetas llevan a cabo y difunden a otros. Todos debemos aceptarlo y proponernos realizarlo. Allah, la Verdad, es el Juez Absoluto y la conciencia es el más puro espejo de Él. Lo refleja todo con tal claridad y poder que sólo el temor de no poder llegar a hacernos iguales a su verdad puede nublarlo, aunque rara vez.
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Mientras más disciplinado intelectual y espiritualmente sea uno, más consistentes y armoniosas serán sus acciones y pensamientos. Mientras más abierta esté nuestra conciencia a los reinos del Más Allá, más Divinamente inspirados y guiados serán nuestros modales.
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Puesto que la conciencia es la facultad del espíritu que siente y percibe, siempre se ha visto como abierta a los reinos del Más Allá, sin ser contenida por el espacio, con criterio sano y tan pura como los ángeles.
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Hay muchos jueces y casi todos ellos emiten dictámenes basándose en las mismas fuentes y aún así sus veredictos pueden diferir. Pero la conciencia es un juez con tal penetración psíquica que puede dar fallos que se basan en la verdad y estos sentencias no engañarán a nadie.
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La conciencia colectiva significa la percepción, la sensatez y el discernimiento de la mayoría de las personas y, por lo tanto rara vez falla, sobre todo cuando su conocimiento es corroborado por una fuente Divinamente inspirada.
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